jueves, 19 de julio de 2007

La langosta se abre paso


Lo siento. Inauguré el espacio obviando las presentaciones. Quizás me pudo la rabia contenida, no lo se, pero de sabios es saber rectificar y de necios el no apostar por ello.
Me preguntaba cuál es la necesidad que nos impulsa, desde tiempos inmemoriales, a poner por escrito nuestros pensamientos, cada latido, cualquier sentimiento.
En realidad, los blogs no son algo tan novedoso como pudiera llegar a pensarse. Cierto que, técnicamente, todo es más bonito, más sencillo y, por qué no, menos íntimo, desde que la red de redes fue abriéndose paso. Sin embargo, la historia no deja de poner las cosas en su sitio. No en vano, no deja de ser ésta su función primordial.
Qué fue, sino un blog, el archiconocido diario de Ana Frank…. A caso en su Historia de la Guerra de las Galias, Julio César no hizo un ejercicio memorístico excepcional y relató -modificando, eso sí, a su antojo- , las hazañas bélicas que consumó...
Como vemos la necesidad humana de transmitir siempre ha estado presente. Con esa intención tan filantrópica nacieron los medios de comunicación que hoy llamamos “de masas”. Internet, no nos engañemos, es el arma definitiva de estos mass media. Sin ir más lejos, el espacio que hoy engalano oficialmente para vosotros, es producto único y exclusivo de la necesidad de los medios de comunicación de controlar hasta lo incontrolable, la opinión democrática y sincera de todo ser humano.
Nos manipulan, de eso no hay duda. Pero mi objetivo, lejos de acomodarme ante ello, va encaminado a nadar contracorriente, siguiendo la dirección difícil, “la que lleva el salmón” como diría Calamaro, la que pretendemos -al menos en teoría- llevar todos aquellos que nos dejamos llevar por la pluma, hoy teclado.
No se asuste querido lector. Aquí serán bien recibidas todas las opiniones y todas las críticas, eso sí, siempre que sean constructivas.
Será un placer contactar con quien quiera conectar con las palabras que seguirán a este post. Será un placer romper con lo establecido, haciendo de la política, de la música, del arte, de la literatura, de todo lo que abarca el saber humano, motivo de debate.
Quien os habla abre hoy las puertas de su alma.
Que sólo Dios se encargue de cerrarlas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bienvenido