lunes, 10 de septiembre de 2007

voraz lobo humano...


El hombre es un lobo que devora hombres.

Mi experiencia vital me despeja las dudas. La apreciación, perpetrada por el inglés Hobbes centurias atrás, esconde toda una realidad….El hombre, no ha dejado ni dejará de ser malo por naturaleza.
A niveles macro, esta evidencia resulta clara. Sin embargo, lo realmente triste surge al comprobar como, en nuestras vidas diarias, resulta una cuestión plausible.
Hace unos días me llevé una desilusión tremenda con respecto a un grupo de personas a las que, más que músicos que me acompañaban en mi andadura como cantante, yo consideraba amigos. Por pura unanimidad, y sin contar siquiera con otorgarme una segunda oportunidad, decidieron segregarme de la banda y, con ello, acabar con todas las ilusiones que servidor tenía depositadas en el proyecto. No sorprende que la decisión fuera engendrada por un individuo que ya barruntaba que era mala persona (estoy seguro de que ha sido así), sorprende que personas que durante este tiempo han mantenido un contacto más fiel y directo contigo, te fallen y se pongan en tu contra.
Entre lágrimas tuve que seguir adelante, como he seguido siempre ante las pequeñas decepciones de la vida. Sin embargo uno es sabio y no olvida, ni olvidará jamás. Lo que me hicisteis no tiene perdón, no tiene nombre…fue cruel, insuperablemente cruel. Al ver como con la indiferencia que caracteriza estos momentos, se os escapaba la risa me costó aún más si cabe contenerme…me hicisteis muchísimo daño, el mismo daño que creo, espero y deseo que algún día os hagan a vosotros.
Esta es mi despedida, se acaba mi participación en la banda, en vuestras vidas pero -espero-, que no en vuestras conciencias…
No se si quiero que leáis estas palabras. Más que una crítica, es mi forma de sacar todo lo que llevo dentro afuera.
Por lo demás, sólo espero que no sólo os vaya bonito, sino que os vaya de muerte…

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