miércoles, 8 de agosto de 2007

Vinilos con historia



Berlín, abril de 1945. La capital del Tercer Reich ya no teme los bombardeos terrestres, los sufre. En los sótanos del antiguo Reichtag, un macro complejo de seguridad hace las veces de gobierno central. Su estructura, laberíntica pero curiosamente organizada, parece rememorarnos a los tiempos de las polis griegas, cuando nada era, a pesar de todo, democrático. Los funcionarios y las secretarias corren de un lado para otro, atendiendo visitas y organizando la agenda del Fuhrer. Era un secreto a voces. El sueño alemán -la locura alemana-, mejor dicho, se desvanecía y sólo quedaba Hitler, aquel hombre que aún simbolizaba el poder omnímodo de una sociedad engañada.
La película El hundimiento, describe a la perfección cual fue el día a día del dictador durante su estancia en el bunker berlinés. Sin embargo, la investigación histórica nunca dejará de sorprenderme y, por tanto, causarme esa chispa interior que me anima a seguir adelante en mi profesión. Según publica el diario alemán Der Spiegel, se ha descubierto que, en su soledad esquizoide, Hitler también tuvo tiempo para coleccionar música, concretamente unos cien vinilos que el capitán ruso Lew Besymenski, miembro de la unidad de inteligencia, se encargó de secuestrar una vez las “hordas rojas”, penetraron en el fuerte germánico. Al parecer, la hija del susodicho militar, descubrió la colección en 1991 y, conocedora de los que debían ser los hipotéticos gustos musicales del Fuhrer, su sorpresa fue más que rotunda. Hoy el mundo puede sorprenderse con ella. Junto a piezas de sus autores favoritos: Wagner y Beethoveen, la “discoteca” de Hitler contaba con vinilos de autores rusos como Tchaikosvsky o Alexander Borodin y, lo que más sorprende, un tema compuesto por un violinista judío, Huberman, que de hecho debió abandonar Europa tras la invasión nazi de los primeros años de Guerra. El secreto se ha mantenido oculto durante sesenta y siete años y, pensando en las locuras pregonadas por Hitler, no era para menos. El feroz racismo nazi debía mantenerse siempre en boga y no era de recibo que el “máximo pontífice” del NASDAP, escuchara música compuesta precisamente por los que habían sido los principales culpables, a su juicio, del declinar alemán tras la Primera Guerra Mundial.
Contradicción histórica, sin duda. Hitler, como también supo reflejar muy bien la película alemana, como sorprende que Mar Adentro le robara el Oscar, era humano. Es cierto, representaba todo lo peor del ser humano…pero no por ello dejaba de serlo. Yo no creo que, al escuchar sus vinilos, Hitler hiciera cribas superficiales. Simplemente, se dejaba llevar por el sonido, por la cadencia…Se dejaba arrastrar por los sentidos.
Sin embargo, mientras el Fuhrer escuchaba su canción, Huberman -como tantos judíos- huía aterrado al comprobar la locura de un hombre que aún hoy sigue dando que hablar.
Y es que, los grandes personajes de la historia universal, también fueron humanos.

lunes, 6 de agosto de 2007

Parasiempre era mucho tiempo


En 1996, la mejor banda de rock en español de todos los tiempos decía adiós…y parasiempre. Diferencias insalvables entre los miembros del grupo, a saber: Enrique Bunbury vs. Juan Valdivia, dieron al traste con Héroes del silencio tras tan sólo cuatro discos de estudio. Su fulgurante carrera se hizo pedazos y los egos personales hicieron el resto. Millones de fans quedamos destrozados.
En 2005, preguntado Enrique Bunbury acerca de las posibilidades reales que existían de que Héroes volviera a juntarse, la respuesta del zaragozano fue rotunda: “existen las mismas posibilidades de que Franco siga vivo”. Estas palabras, que coincidían con el momento de mayor éxito de su carrera en solitario, rompieron con las esperanzas de todos los fans de la banda y con el deseo de que el “nos vemos en la gira del próximo milenio” que anunciaban en su directo del 96´ fuera posible.
En 2007, los rumores volvieron a dispararse. Internet, máximo responsable de que el fenómeno fan nunca muriera, volvió a ponernos a todos en estado de perenne perturbación. Sin embargo, la clave -al parecer- la hizo pública un periódico con tanta historia y prestigio como el Heraldo de Aragón. Tiempo atrás, el diario no dudó al publicar una noticia que nos pasó desapercibida a muchos. Testigos afirmaban que Héroes del silencio se habían reunido en un pueblo zaragozano para llevar a cabo contactos y ensayos varios. La noticia fue rotundamente desmentida por Nacho Royo, manager de Bunbury. Sin embargo, Juan Valdivia (bajista de la banda zaragozana) no supo desmentir la información al ser preguntado por un periódico vallisoletano. Dudar que algo estuviera ocurriendo era entonces improbable. La cuestión era saber qué. Fue entonces cuando foros, blogs y space de la red de redes hicieron el resto. Fue en abril cuando las informaciones fueron conformando el puzzle. Se comenzó a hablar de una posible gira, de escasos conciertos, financiada por Expo Agua, es decir, por la campaña que sufraga la Expo de Zaragoza de 2008. Se hablaba de cifras astronómicas para convencer al grupo…Se hablaba de Héroes, y eso ya era algo…
En mayo, yo salía de las clases teóricas del CAP. Al llegar a casa leí un mensaje en mi móvil…era Cristina: “Algo que estabas esperando desde hace mucho tiempo ha ocurrido”. Barruntando la información recibida, a penas logré llegar a conclusiones válidas. Pero, una vez me conecté, pude verlo claro…”Héroes del Silencio regresan a los escenarios para ofrecer una gira mundial de diez exclusivos conciertos a escala mundial”. Fue entonces cuando derramé unas lágrimas que llevaba desde los catorce años deseando derramar. Cuando el sueño se hizo realidad y cuando comenzó el camino que nos llevará a Zaragoza el 12 de octubre y a Valencia el 27 del mismo mes…
Lo que pase con Héroes del silencio a partir de que la gira finalice es toda una incógnita. Pero ustedes sigan soñando porque, los sueños a veces se vuelven realidad…y parasiempre.